El domingo 22 de marzo, de vuelta para Móstoles esperamos entrar en el Monasterio de Silos, en la provincia de Burgos; allí el 4 de julio de 1924, Gerardo Diego pasó la noche en la hospedería . Se conoce que quedó embelesado por la belleza del claustro, que albergaba en aquella época cuatro cipreses, y escribió este soneto en el libro de visitas. Fue publicado posteriormente en el libro Versos humanos(1925, Premio Nacional de Literatura). (*)
Ya iremos poco a poco entendiendo el significado de algunas palabras y expresiones;
EL CIPRÉS DE SILOS
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
Como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
Como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
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